viernes, 5 de julio de 2013

VIDEO - EXPOSICIONES EVANGELIO DE JUAN (1) EL VERBO



Una de las mejores maneras de crecer, estar firmes en la fe, a la vez que de influir el alma piadosamente, es la consideración o meditación de Cristo a nuestro Salvador, en lo que es y en sus obras. Al menos tres veces en la carta a los hebreos se exhorta a poner nuestra mente sobre la persona de Cristo (Hb.3:1; 7:4; 12:3). Nuestra vida Cristiana gira, tiene su esencia y sentido en la persona de Cristo y entendemos que el evangelio se llama: El evangelio de la gloria de Cristo, porque precisamente somos llevados a meditar en la persona gloriosa que es Cristo. Las Escrituras son el testimonio de Cristo, el Nuevo Testamento lo presenta con toda claridad y entre los Evangelios, el apóstol Juan lo presenta dándole un mayor énfasis a Cristo como Dios y Señor sobre todas las cosas, de una manera distintiva. Por dar un ejemplo, este evangelio no narra los asuntos de su nacimiento, sino que nos lleva a la eternidad para que contemplemos quien es Cristo. 


Esto nos dice que el apóstol tenía un propósito específico al escribir. En sus mismas palabras nos revela el propósito que tuvo al recopilar una información muy precisa y ponerla por escrito: Jn.20:30-31. Si este libro nos lleva a la contemplación de Cristo como Rey, Señor y Salvador, entonces podemos creer que nuestro acercamiento a él ha sido acertado. Deseamos que en esta serie y después de cada sermón, podamos tener elementos concretos para la meditación de Cristo.

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