Tú no puedes
decir que estás siendo conformado al carácter de Cristo si tu corazón no está
cargado, no late fuerte por los perdidos y si tus manos no se mueven a hacer
algo por la condición de los que se condenan. No hablo de elaborar programas,
ni programas con los que ya conocen del evangelio, hablo de que si usted no
evangeliza, está petrificado, congelado. Hasta que experimentes el dolor de
Aquel que no se goza en la muerte del impío, hasta que no experimentes el gozo
de ver a pecadores confesar a Cristo sin escatimar distancia, tiempo o
inversiones, hasta que parte de tus sufrimientos, negaciones y cargas sea
llevar a muchos al conocimiento de la verdad, no podrás decirlo hermano, no
podrás decir que estas siendo conformado al carácter de Cristo.
Basado en el pasaje que leímos hoy, deseo señalar tres asuntos que tienen que ver con el discipulado. Con ellos desearía llamar la atención al evangelismo, pero le llamo discipulado porque esa palabra lleva una connotación más precisa de lo que de lo Señor nos encomendó hacer. Sé que no es lo único que nos mandó a hacer, pero esto también lo ordenó. Pero para alejar de nuestra mente la idea que lo que se nos pide es ir y arrojar un mensaje a otros, citaré las palabras de Cristo con respecto a esto:
Basado en el pasaje que leímos hoy, deseo señalar tres asuntos que tienen que ver con el discipulado. Con ellos desearía llamar la atención al evangelismo, pero le llamo discipulado porque esa palabra lleva una connotación más precisa de lo que de lo Señor nos encomendó hacer. Sé que no es lo único que nos mandó a hacer, pero esto también lo ordenó. Pero para alejar de nuestra mente la idea que lo que se nos pide es ir y arrojar un mensaje a otros, citaré las palabras de Cristo con respecto a esto:
'Pero los once
discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. Y
cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban. Y Jesús se acercó y les
habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto,
id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las
cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta
el fin del mundo. Amén'. (Mt.28:16-20).
Lo primero que
haremos es ver el Método del discipulado, luego el Mensaje del discipulado y
por último unas conclusiones de la Expectativa del discipulado.
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